Aprovechando el Día Mundial Contra El Cáncer que se celebró el 4 de febrero, he visto múltiples post, tweets y artículos sobre la preservación de la fertilidad. Hace años que trabajamos en la preservación de la fertilidad masculina en casos de cáncer (congelando muestras de semen previo al tratamiento) y hace no tanto que estamos intentando concienciar sobre la fertilidad femenina.
La vitrificación de óvulos ha permitido guardar la fertilidad en la mujer, para aquellas que superan el cáncer (cada vez más) y que sus ovarios han quedado dañados por los tratamientos como la quimioterapia o radioterapia. Es complicado pensar en el futuro, y más en tener hijos cuando te acaban de dar una de las peores noticias de tu vida. Pero la posibilidad de darles la opción de guardar sus ovocitos, hace posible conseguir un embarazo en el futuro sin tener que acudir a una donante. Además, transmitirle a una paciente que crees que en unos años se va a quedar embarazada, significa que crees en sus opciones de recuperación y de ganarle la batalla al cáncer.
Es por ello, que es imprescindible llegar a nuestros compañeros no especializados en reproducción asistida, a los oncólogos y cirujanos, y también a los médicos de atención primaria, para hacerles saber que un tratamiento reproductivo sencillo que no tiene porque demorar la terapia del tumor, puede ser beneficioso para el futuro reproductivo de la paciente. Para ello necesitamos que las pacientes lleguen a nosotros lo antes posible; si la información les llega después de completar el estudio y estadiaje, hacemos la cirugía pertinente y estamos esperando a comenzar la quimioterapia, probablemente sea demasiado tarde. El oncólogo estará esperando comenzar el tratamiento quimioterápico cuanto antes, y además tendrá toda la razón del mundo. Si por el contrario informamos a la paciente según realizamos el diagnóstico, podremos realizar el tratamiento de preservación de ovocitos mientras completa el estudio y tratamiento sin demorar la quimioterapia.
Poco a poco los colegas y compañeros que ven la reproducción asistida como algo que no cura enfermedades sino que ayuda a gente con problemas, se dan cuenta que los tratamientos la Preservación de Ovocitos pueden estar relacionados con enfermedades que ellos tratan día a día. Esta es la razón para realizar el esfuerzo de dar a conocer la posibilidad que tienen las pacientes a la hora de preservar la fertilidad ante una enfermedad tan sería y grave.
Conseguir una vida más -además de la que hemos salvado de la enfermedad,- después del cáncer es un objetivo nada desdeñable que merece el esfuerzo de todos.
Que fantástica idea poder ser madres en el momento que “consideremos adecuado”.
Es muy positivo que en casos de graves enfermedades, cuya curación puede dañar el sistema reproductor, se esté planteando la vitrificación de gametos, con el fin de que esas personas, una vez superada la enfermedad, puedan curarse y sentirse completos, no teniendo que renunciar a su paternidad/ maternidad.
Yo ampliaría esta opción a todas las mujeres en general, incluidas las sanas, sin ningún tipo de complicación. Me explico; pertenecemos a una generación en la que nos hemos involucrado mucho en prepararnos profesionalmente … estudios universitarios, masters, cursos y mas cursos, idiomas… Todo ello encauzado a nuestro éxito profesional, ocupando varios años de nuestra vida… quizás los mas importantes de nuestra vida fértil….
Cuando decidimos que es el momento de nuestra maternidad y ante la falta de éxito del método natural… empezamos este laborioso camino en el que nos damos cuenta que la edad todo lo dificulta.
Creo que seria muy acertado que, en una consulta, o en esa primera visita que hacemos al especialista a una pronta edad, se informase de las limitaciones de la edad fértil para la mujer y de esta técnica que nos puede permitir ser madres en un momento posterior.
Quien sabe… puede que las generaciones futuras decidan preservar su fertilidad vitrificando sus óvulos. No tienen claro cuando, pero si saben que la maternidad será importante para ellas; y basándose en las experiencias de sus madres o sus tías,… quizás no quieran arriesgar…