Este año que termina nos ha dejado un referente mundial en la reproducción asistida. Sir Robert Edwards, pionero en la Fecundación In Vitro, quien junto con el Dr. Patrick Steptoe consiguió el primer embarazo evolutivo tras fecundar un óvulo en su laboratorio y varios días después transferir ese embrión al útero de la paciente. Probablemente fue el mayor avance en la ginecología del siglo XX, y uno de los mayores en la medicina moderna, siendo reconocido con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2010.
En Esterilidad y Embarazo queremos hacerle nuestro pequeño homenaje, y es por ello que en Enero trataremos la Fecundación In Vitro desde todos los puntos de vista, para así poder analizarla en profundidad, viendo cuales son sus ventajas, indicaciones, efectos secundarios o limitaciones.
Corria el año 1977, y tras más de una década investigando esta práctica, y múltiples fracasos, consiguieron que Lesley Brown se quedara embarazada y tuviera una gestación que llegaría a termino el 25 de julio de 1978, con el nacimiento mediante cesárea de Louise Brown. La primera “niña probeta” había nacido en Inglaterra. Actualmente se estima que más de 5 millones de niños han nacido mediante esta técnica.
Lesley y John Brown, de 29 y 39 años, acudieron a la consulta del Dr. Steptoe tras múltiples consultas previas en especialistas que no les podían ofrecer una solución al problema que ella tenía. Llevaban 9 años buscando embarazo pero no podían conseguirlo porque sus trompas estaban obstruidas, imposibilitando así la opción de conseguir un embarazo por vía natural. El Dr. Patrick Steptoe (ginecólogo) les ofreció la posibilidad de utilizar una técnica experimental que realizaba junto con su compañero el Dr. Robert Edwards (Fisiólogo). Se trataba de extraer un óvulo de su ovario, para fecundarlo en el laboratorio y después introducirlo en su útero unos días después. El proceso de laboratorio se hacia en unos recipientes similares a las placas de Petri. Estos eran de cristal, de ahí el nombre del nombre de la técnica ‘Fecundación In Vitro’ (del latín).
Les explicaron en que consistía la técnica pero no sabían las repercusiones en ese embarazo, por lo que tener que abortar era una posibilidad si aparecían malformaciones o problemas en el feto. Lo que no les comentaron fue que tras casi 80 intentos con otras parejas lo único que habían conseguido había sido un embarazo ectópico, y por lo tanto no evolutivo.
Se realizó en un ciclo natural, el único óvulo se obtuvo tras una laparoscopía, fecundó correctamente y dos días y medio después se introdujo el embrión en la cavidad uterina. Lesley Brown consiguió quedarse embarazada en su primer intento y dio a luz a una niña sana, Louise Brown. 4 años más tarde obtuvo un segundo embarazo con la misma técnica. Otra niña. Natalie. Fue la número 40 tras FIV. Pero Natalie fue la primera nacida mediante esta técnica en conseguir un embarazo natural.
Los Brown calificaron el nacimiento de su retoño como un “milagro”; los doctores, por contra, proclamaron el triunfo de la ciencia. Lo cierto es que ese primer éxito de la fecundación in vitro abrió una puerta importante en la ginecología. El Dr. Steptoe dijo años más tarde “it was a very different process to what it is now”. Han cambiado muchos las cosas. Ya no es una técnica experimental, sino que hemos visto sus frutos en nuestras manos; en la actualidad se realizan miles de ciclos de FIV a diario en todo el mundo, y los niños nacidos mediante esta técnica son entre el 1 y el 4% de la población en los países desarrollados.
Lesley Brown comentó “So many people now need to go through IVF whereas, at the start, I felt like I was the only one.” Fue la primera, pero desde luego no la única.