Mitos y realidades sobre los anticonceptivos (I)

En la década de los 50 tras muchos años de estudios y análisis previos de la biología hormonal,  se descubrió la píldora anticonceptiva. Curiosamente las primeras teorías relacionaban los estrógenos y la progesterona con el tratamiento de la infertilidad; sus descubridores no pasaron a la historia de la reproducción pero si lo hicieron en la anticoncepción. En los 60 se popularizó su uso, comenzando en Estados Unidos y expandiéndose a todo el mundo en pocos años. Produccion Pildora

Por primera vez en toda la historia, la mujer era dueña de su fertilidad, de decidir sobre su maternidad y de su vida. Han pasado 50 años, los anticonceptivos han evolucionado y probablemente sean uno de los medicamentos más estudiados. Aún así, continuamos con los mismos miedos, mitos y desconfianza frente a ellos. Aquí tenemos unos cuantos ejemplos:

Cualquier anticonceptivo vale para cualquier mujer: Hay ocasiones en las que las pacientes preguntan por el anticonceptivo que usa su amiga. ¿Por qué yo no uso el mismo? Cada mujer tiene sus carácteristicas y su metabolismo, y es preciso encontrar la combinación adecuada. Es por ello que a veces es necesario probar con varios compuestos antes de dar con el apropiado. A lo largo de la vida también puede ser conveniente cambiar de pastillas por cambios en el metabolismo de la paciente.

Las pastillas son más efectivas que el anillo o el parche: Disponemos de diferentes formas de administración y cada usuaria debe elegir el método que más le convenga. Hay pacientes que prefieren las pastillas porque el uso del parche les resulta incómodo, mientras que otras se olvidarían de la mitad de las pastillas y les resulta más cómodo el anillo.

Sólo se utilizan para evitar embarazo: al ser un tratamiento hormonal las pastillas anticonceptivas se utilizan para diferentes terapias. Las madres que acompañan a sus hijas durante la adolescencia porque tienen las reglas irregulares o dolorosas suelen echarse las manos a la cabeza cuando les ofertas la píldora como soluciones a su trastorno. La usamos para alteraciones hormonales como el ovario poliquístico, enfermedades como la endometriosis o incluso como terapia hormonal en la menopausia.

Produce esterilidad: los anticonceptivos no producen esterilidad se tomen durante poco o mucho tiempo. Pero pueden enmascarar síntomas y problemas que se relacionan con la infertilidad. Los problemas de ovulación se relacionan con ciclos largos la endometriosis suele producir dolor en la regla, una menopausia precoz hace que desaparezca la regla… Todos estas ‘señales’ se ocultan con la roma de anticonceptivos hormonales.

Los primeros meses después de tomarlos es improbable el embarazo: una vez de dejar su uso los ovarios comienzan con su actividad normal por lo que las probabilidades de embarazo son similares a cualquier otro mes.

Son causa de cáncer: las dosis hormonales que se administran con los anticonceptivos son bajas. Esta es la razón por la que no se asocian a un aumento de riesgo de cáncer. De hecho, tienen efecto beneficioso en relación al cáncer de endometrio (útero) y ovario.

 

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