Los seres humanos somos una especie estéril por naturaleza. No hay más que mirar a las especies que tenemos alrededor y ver como, o mejor dicho cuanto, se procrean. Dejando a un lado la eterna referencia a la edad materna, una de las principales razones es que en cada ciclo menstrual la mujer tan sólo ovula un único óvulo.
Todos los meses, después de la regla, varios folículos que han estado dormidos durante años se activan, para comenzar la maduración de los óvulos que tienen dentro. A los 5-6 días uno de ellos se hace dominante y continua con su desarrollo hasta la ovulación El resto se atrésia y desaparece.
Aquí es donde entra la estimulación ovárica de la reproducción asistida. A pesar de que los primeros embarazos de reproducción asistida se consiguieron sin estimulación ovárica alguna, obtener más de un óvulo es necesario si queremos optimizar los resultados. El objetivo de la estimulación en la Fecundación In Vitro es conseguir 8-10 ovocitos. Tener pocos óvulos hace que las opciones de conseguir buenos embriones para transferir disminuyan y obtener muchos aumenta el riesgo de hiperestimulación ovárica sin mejorar el pronóstico (múltiples estudios coinciden con los resultados de nuestro centro; a partir de 14-15 ovocitos no aumentan las posibilidades de éxito). En este caso, podemos decir que cuanto más NO es mejor.
Existen diferentes fármacos y protocolos que se utilizan en función de la edad de la mujer y de su reserva ovárica (determinada por el estudio que se ha realizado en la fase diagnóstica). Los protocolos de estimulación han cambiado durante los últimos años de una manera vertiginosa, y hemos pasado de utilizar dosis altas de hormonas a realizar estimulaciones más suaves (patient friendly) obteniendo iguales o mejores resultados con menos efectos secundarios. Además, se ha reducido la duración del tratamiento (de 25-30 a 10 días de media) y el número de inyecciones (de 30-40 a menos de 10 en algunos casos).
Personalmente, creo que la respuesta ovárica no depende tanto en “atinar” con el tratamiento adecuado sino con el momento o ciclo adecuado para obtener el mayor beneficio de ese ciclo. Lógicamente esto tiene más importancia cuando la respuesta ovárica es baja; si en una paciente con una respuesta normal conseguimos 8 ovocitos en lugar de 10, el resultado final probablemente sea parecido, pero si la respuesta esperada es de 4-5 ovocitos y resulta que no llegamos a ese número… la evolución del ciclo se puede ver muy comprometida. Esto se refleja también en la calidad ovocitaria.
Actualmente, la estimulación ovárica es un proceso sencillo, que permite a la mujer hacer vida absolutamente normal. Nuestro objetivo es obtener el mejor resultado con la menor incomodidad para las pacientes.