El último paso. Transferimos embriones

Llego el día. Después de los pinchazos, el quirófano, y pasar los días esperando noticias del laboratorio de Fecundación In Vitro, por fin, hemos llegado a la transferencia embrionaria. Casi da hasta pena. Tenemos que despedirnos de los embriones… pero esperemos que sea hasta pronto!

Embryo Implantation

Hemos cuidado con mimo esos espermatozoides, óvulos y embriones. Ahora les toca a ellos seguir y de ellos va a depender que consigan un embarazo.

La transferencia embrionaria no suele ser -generalmente- muy compleja. Es un acto similar a la inseminación artificial (dejaremos embriones en lugar de espermatozoides), y por lo tanto parecido a una exploración ginecológica como pueda ser una citología. Lo único destacable es que se realiza próxima al laboratorio (muchas veces en el propio quirófano donde se hace la punción ovárica), por lo que las medidas de esterilización deberán ser estrictas (gorro, mascarilla, paños estériles….). Esto hace que la puesta en escena parezca más de una intervención quirúrgica compleja que de un acto tan sencillo como la trasferencia embrionaria.

La ecografía nos permite ver donde colocamos el catéter de transferencia que atraviesa el canal cervical (evitando así el daño del endometrio) y después el lugar exacto donde dejamos los embriones (fondo uterino). Los embriones son microscópicos y no se ven por ecografía, pero el medio de cultivo (líquido) en el que los transferimos puede verse en el monitor. Tras la transferencia se comprueba en el microscopio que los embriones no se hayan quedado en los catéteres utilizados.

El reposo posterior depende de los hábitos de cada centro. Generalmente suele ser 15-30 minutos y se suele recomendar reposo relativo las siguientes horas. Hay estudios clínicos que dicen que no mejora los resultados. Aún así, he tenido pacientes a las que han recomendado hasta 2 semanas de reposo…

El soporte de fase lútea que se realiza con la progesterona tras la transferencia embrionaria es por la estimulación ovárica previa. Tras la ovulación, el folículo se convierte en cuerpo lúteo. Será el encargado de producir la progesterona hasta la semana 8-10 de embarazo (cuando las hormonas que produce la placenta toman el mando). Con la estimulación hemos conseguido varios folículos que se han convertido en cuerpos lúteos; los primeros días producirán altas cantidades de progesterona, hasta que la regulación hormonal haga que ésta decaiga hasta niveles normales. Esa caída hace que el endometrio no se sustente, se desprenda y venga la regla (implante el embrión o no) a los pocos días. Por eso es tan importante la progesterona que habitualmente utilizamos vía vaginal.

La espera durante los siguientes 12 días hasta el resultado de la ‘beta’ va a ser el proceso más duro desde el punto de vista psicológico. Si el resultado es positivo empezará otra fase, otros miedos y decisiones a los que enfrentarse. Si es negativo, será demoledor.

Muchísima suerte a todas!

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *