El cáncer de mama desde todos los ángulos

En los años en la universidad aprendí mucho. Sobre medicina y también sobre la vida. Estudiábamos porque enfermamos, como diagnosticar estas enfermedades, cómo distinguirlas y cual era el mejor tratamiento. Conocíamos los casos que aparecían cada año, y los que había, las probabilidades de éxito de cada terapia y la tasa de supervivencia de los pacientes. Pero en la facultad de medicina no nos enseñaron lo más importante; que detrás de estas enfermedades hay personas, familias, amigos… una vida que se altera y hay que aprender a vivirla de otra manera.breast flower

Hoy es el día mundial contra el cáncer de mama. Conocemos las estadísticas y los números. Sabemos como diagnosticarlo y tratarlo. Y todos conocemos alguien que lo ha superado o sigue peleando. Cada uno tenemos nuestro papel en esta lucha. Y entre todos la ganaremos.

La paciente: puede que te hayas notado un bulto que te haya preocupado, o en una revisión rutinaria hayamos visto algo que no nos convence, o ha aparecido una mancha en una mamografía. En pocos días o semanas el diagnóstico se convierte en una pesadilla. Un jarro de agua fría, el miedo que recorre tus venas y ese nudo en el estómago hacen que todos tus problemas del día a día desaparezcan. Debes asumirlo primero ¿por qué a mí?, entenderlo y enfrentarte a ello. Se puede ganar la batalla al cáncer y vamos a conseguirlo. No estás sola.

La familia y amigos: es complicado enfrentarte a algo que no entiendes. No sabes cual es la mejor actitud y temes meter la pata si haces o dices algo. Pero estarás al lado de tu mujer, hija, hermana o amiga para luchar contra viento y marea. Lloraréis, reiréis, estaréis  preocupados y la acompañaréis en todos los procesos que esta enfermedad tiene. Hasta el final.

El ginecólogo de toda la vida: Sabes que 1 de cada 8 mujeres lo tendrá, pero confías en que la imagen de la mamografía sea benigno. No lo es. Tienes que ponerle nombre y apellidos al tumor; valorar su extensión, los ganglios, los receptores hormonales… Y conocer así el pronóstico. Casi el 90% de las pacientes se salvan. Sabes en que así será, la detección precoz es fundamental. Pero hay un largo camino por delante. Un trabajo en equipo que empieza hoy.

El cirujano: Conoces la anatomía de la mama como la palma de tu mano. Los ganglios, nervios, arterias y venas. Sabes donde están y como tienes que proceder. Lo haces todos los días. Eres el primer paso hacia la salvación, el que va a abrir el camino.

El reproductólogo: Estás especializado en parejas estériles, pero desde hace unos años tu trabajo también se ha unido a la oncología. Los cánceres de buen pronóstico como el de mama, hacen que estas pacientes quieran ser madres tras el tratamiento. Para ello tendrás que extraer sus óvulos antes de la terapia y guardarlos mientras dure el proceso, porque la quimioterapia dañara sus ovarios dejando pocas posibilidades a la reproducción natural.

El oncólogo: Eres el que más costumbre tiene de lidiar con esta enfermedad que el resto del mundo teme (casi hasta nombrarla). Eres el que más sabe cual es la actitud que se debe tomar en cada momento y la dirección que van a ir tomando las cosas. Aún así, cada paciente es diferente y tendrás que tratarla como tal. Como paciente y como persona. Llevarla de la mano hasta el final del camino.

Al terminar el trayecto nada será igual, pero sabemos que hay vida después del cáncer. Mucha vida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *